Operativo Corazón Partido

Secare

 Y si… Parecía haber algo pendiente entre los dos. Sospeché mucho tiempo en alguna misión, pero resulta poco creíble pensar en esas cosas en un mundo tan pagano como el nuestro. Lo cierto es que habíamos intentado muchas veces separarnos, huir uno de otro y, realmente, nunca lo habíamos conseguido.

Nunca dejé de pensar en qué era aquello que la vida disponía para nosotros dos y dudé mucho tiempo de sus acciones y mis acciones. Sin embargo, nunca me imaginé así, tratando de vencer las paredes que levantaron conceptos tergiversados que se alzaban en un intento fallido de mejorar  su persona.

¿Cómo alguien como él pretendía mejorar? ¿Había una mejor expectativa cuando no existía persona capaz de hablar mal de él? ¿Había acaso un mejor y más puro corazón?

Supongo que él fue, y es de hecho, incapaz de comprender las respuestas a esas preguntas. Supongo que es incapaz de entender cuántas almas estuvieron dispuestas a poner las manos en el mismísimo fuego por su más sincera bondad. Supongo que nunca quiso escucharme.

Y así me encontraba, con un as en la manga. Con todo el conocimiento que necesitaba y sin saber hacia dónde ir. ¿Dónde había entrado su tan vulnerable alma? ¿Quién osaba cambiar sus principios cual envoltorio descartable? Todas esas respuestas en mi mano y sin saber qué hacer.

¿Estás feliz? ¿Qué te dicen los anónimos? ¿Lloraste esta tarde? Parece mentira como en 48hs nos convertiste a todos en aquello más miserable de tu vida y te olvidaste de todo…

Voy rondando por los lugares que alguna vez frecuentamos y hasta me parece mentira que me siga dando miedo cruzar una avenida sin semáforos, avenida que alguna vez crucé con vos en la simple osadía de compartir una taza de café.

 Siento dolor, pena y confusión. Me trago el orgullo una y otra vez simplemente porque no hablo con vos, sino con un grupo entrenado para ser la más mísera de las idioteces. Caen sin piedad tus palabras que se olvidan que no sos ese espectro narcisista que te vendieron. “Ya lo vas a entender” me decís, con un tono de superioridad que te es ajeno. Cuento hasta 10 y le contesto a lo que sos en esencia: “yo siempre te entiendo”… 

Operativo Corazón Partido

No te puedo mirar…

No te puedo mirar a los ojos y no decirte nada que me condene hacia el vacío que me dejan tus palabras cuando no sabés…

No te puedo contestar…

No te puedo contestar cuando me preguntás esas cosas que hoy sabrías por la extasiante tarea de compartirme tu camino…

No te puedo mentir…

No te puedo mentir cuando intentás hacerme saber que algo nuevo en tu vida se aproxima y me concentro en volverme tan fría como un témpano y tan dura como una piedra… Y ahí estás, como siempre, causando los movimientos sísmicos más duros de mi existencia…

No te puedo asegurar…

No te puedo asegurar que acá estoy, porque acá estuve y padecí mis propias espinas clamando al viento para que no te culpes…

No te puedo decir…

No te puedo decir cuántas canciones te canté, cuántas palabras te escribí, cuántos poemas llevan tu nombre porque quizás no sea el momento… Y quizás nunca lo sea...

No te puedo sonreir…

No te puedo sonreir sin que sepas que sos la causa… No te puedo sonreir sin que sepas de lo que habla mi alma…

A veces me recorre por cada una de mis neuronas el pensamiento de que la vida es agridulce, injusta, insana... Qué mi vida es un desorden... Y que por alguna razón, aparentemente desconocida empiezo a dejar de quererme... Y es entonces cuando me doy cuenta que lo que efectivamente sucede es que estoy intentando conformar a los demás en lugar de ser feliz 

Operativo Corazón Partido

Es posible que, con cierta frecuencia, te encuentres en situaciones que no deseabas y es sólo en ese caso cuando tenés que elegir entre quedarte contemplando el panorama o avanzar